viernes, 1 de diciembre de 2017

Castillo de Belmonte (Cuenca)

El castillo de Belmonte es un singular edificio que, por su estado de conservación, por su especial estructura, y por su aspecto exterior, prácticamente el mismo que tuvo en el momento de su construcción, constituye un valioso tesoro patrimonial. Fue construido en la segunda mitad del siglo XV, por orden de don Juan Pacheco, primer marqués de Villena. Era un momento de convulsiones y luchas internas en el Reino de Castilla. El marqués se proponía acumular territorios y construir fortalezas para hacerse fuerte ante los problemas sucesorios que se avecinaban. En 1456, en el cerro de San Cristóbal, se inicia la construcción del castillo. El comienzo efectivo de las obras se produce en 1457 y duran hasta 1472, en que quedaron detenidas. En 1474, fecha de la muerte de Juan Pacheco, aún no estaban concluidas. Su hijo, Diego López Pacheco, continuó en parte la obra de su padre, pero no le prestó demasiada atención a la fortaleza belmonteña, en la que quedaron bastantes detalles por terminar, entre ellos el almenaje.

Su arquitecto fue seguramente Juan Guas, cuyo trabajo para el marqués está documentado en otras obras, como el monasterio del Parral, en Segovia.

Durante los siglos XX y XXI, el castillo, en estado prácticamente de abandono, va sufriendo diversos estragos, que lo llevan a un estado ruinoso en los primeros años del siglo XIX.

Fue la heredera de la casa de Villena, Eugenia de Guzmán, más conocida como la emperatriz Eugenia de Montijo, la que se encarga de restituir al castillo su esplendor original. Hacia 1857 comienza las obras de restauración. Restaura las defensas de acuerdo al proyecto inicial, pero en el interior se impone el gusto de la época. Así, el arquitecto Alejandro Sureda realiza los cierres de las galerías que dan al patio, utilizando el ladrillo como material constructivo. Con la caída del imperio francés, en 1870, cesa la restauración. La emperatriz se había gastado más de millón y medio de pesetas en la restauración del castillo.

El edificio es ocupado durante unos años por los dominicos franceses que lo adecúan como monasterio. Tras la marcha de los dominicos, el sobrino-nieto de la emperatriz, el Duque de Peñaranda, Hernando Fitz-James Stuart y Falcó, continúa con las restauraciones e incluso lo llegó a habitar.

Posteriormente, sirvió también como cárcel del Partido Judicial de Belmonte, y como academia Onésimo Redondo para mandos del Frente de Juventudes. Después quedó abandonado, sufriendo un progresivo deterioro. Por Decreto del 3 de junio de 1931 el castillo fue incluido en el Tesoro Artístico Nacional (equivalente hoy en día a Bien de Interés Cultural).

Actualmente es propiedad de la Casa Ducal de Peñaranda descendientes de la Duquesa de Alba, María Francisca de Sales Portocarrero, hermana de Eugenia de Guzmán, más conocida como Eugenia de Montijo, que fue emperatriz de los franceses por su matrimonio con Napoleón III.

Gracias a la colaboración entre los propietarios, la administración local y el Ministerio de Fomento, el castillo ha sido rehabilitado y en verano de 2010 se abrió al público.

Fuente: Wikipedia





No hay comentarios:

Publicar un comentario